“¿Por qué a mí?”, suele decirse cuando a una persona le pica un mosquito y no a de al lado. Es que el tipo de sangre, el metabolismo, el ejercicio físico, el color de la ropa y hasta el consumo de cerveza pueden hacer que algunas personas sean especialmente atractivas para los mosquitos.
El portal web de la revista del Smithsonian de Estados Unidos explica que entre los factores que influyen la decisión del mosquito de a quién convertir en su huésped están el tipo de sangre, el metabolismo, el color de la ropa e incluso el hecho de tomar cerveza.
Se estima que el 20% de las personas son especialmente “deliciosas” para los mosquitos. Y los científicos tienen una serie de ideas sobre por qué algunos mortales son más propensos a las picaduras que otros.
Estos insectos dependen del dióxido de carbono para encontrar a sus huéspedes y todos expulsamos este componente, dejando ciertos “rastros” que los mosquitos siguen.
Joop van Loon, entomólogo de la Universidad de Wageningen de los Países Bajos, explicó a Live Science que los mosquitos se orientan hacia esos impulsos del dióxido de carbono y vuelan hasta las concentraciones más altas.
El doctor Nicolás Schweigmann, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigador independiente del Conicet, dijo: “se sabe que hay tres cosas que atraen a las hembras para encontrar sangre, que es lo que necesitan para poner huevos: ácido láctico, dióxido de carbono y calor ”. “Los mosquitos localizan olores, tienen detectores térmicos para reconocer sustancias volátiles y además perciben la temperatura”, añadió.
“Una persona que tiene mayor temperatura corporal, transpira más y jadea más va a ser más picada que alguien con temperatura corporal más baja, o alguien que recién se bañó y tiene el cuerpo fresco”, puntualizó Schweigmann.
Además del dióxido de carbono, los mosquitos encuentran a las víctimas a un rango más cercano al oler el ácido láctico, el ácido úrico, el amoníaco y otras sustancias expulsadas por el sudor, y también son atraídas por las personas con temperaturas corporales más altas. En este sentido, debido a que el ejercicio físico aumenta la acumulación de ácido láctico y calor en el cuerpo, es probable que una persona que está entrenando o acaba de hacerlo se “destaque” por sobre el resto frente a los insectos.
También hay factores genéticos que influyen en la cantidad de ácido úrico y otras sustancias emitidas naturalmente por cada persona, lo que hace que algunas sean más fácilmente encontradas por los mosquitos que otras.
Cerveza y ropa
Un reciente estudio aseguró que una sola botella de cerveza puede hacer a una persona más atractiva para los insectos. Pero aunque los investigadores sospecharon que esto se debía a que beber aumenta la cantidad de etanol excretado en el sudor, o porque aumenta la temperatura corporal, ninguno de estos factores se correlacionó con los aterrizajes de mosquitos, lo que hace que su afinidad con los bebedores sea algo misterioso.
Para Schweigmann, la causa-efecto está explicada por la presencia de levadura en esa bebida, componente que emite dióxido de carbono, con lo que se explicaría por la predilección del mosquito por este gas.
Asimismo, varios estudios diferentes encontraron que las embarazadas atraen aproximadamente el doble de picaduras de mosquito que otras mujeres, probablemente como resultado de la desafortunada confluencia de dos factores: exhalan aproximadamente un 21% más de dióxido de carbono, a lo que el especialista consultado sumó que “las mujeres en período de gestación tienen un promedio de temperatura más elevada que otros, debido a su mayor masa corporal”.
Y sobre el color de la ropa, por más absurdo que parezca, se sabe que los mosquitos usan la visión (junto con el aroma) para localizar a los humanos, por lo que usar colores que resalten (negro, azul oscuro o rojo) puede volver a una persona más fácil de encontrar frente al insecto.
Sobre esto, Schweigmann destacó: “Hay mosquitos que son visuales (el color azul del jean atrae más que una camisa blanca), aunque cada especie es atraída por colores distintos”.
“Lo que ocurre es lo que evolutivamente se llama selección natural, que no es ni más ni menos que uno de los mecanismos básicos de la evolución -apuntó el especialista-. Cada especie en la naturaleza busca proveerse de lo que necesita para sobrevivir y reproducirse”.